RELIGIONES, POLÍTICA Y SOCIEDAD EN
LA HOSTIL CULTURA DE LA INTOLERANCIA
DELHI, India (Times of India) - Es común atribuir la hostilidad entre las religiones a la ignorancia y falta de conocimiento mutuo de las diferentes culturas y tradiciones de fe de los demás. Sin embargo, si la gente no está convencida de la igualdad intrínseca de todos los seres humanos, es poco probable que quieran aprender acerca de la fe de otros con un espíritu de respeto. Las formas autoritarias de pensar se conectan con la tendencia a ver a Dios como una personalidad autoritaria, intolerante, celoso y tiránico que castiga a quienes no cumplan sus órdenes. Los esfuerzos para "convertir" a los paganos y creyentes en "dioses falsos" siempre dan lugar a luchas y conflictos. Ninguna institución religiosa es capaz de llevar a cabo genocidios y masacres por sus propias fuerzas, pero cuando los líderes religiosos se relacionan estrechamente con los políticos, pueden obtener patrocinio estatal a fin de someter y conquistar otras comunidades religiosas. Dado que esto ha ocurrido con demasiada frecuencia en la historia, muchas personas creen que la respuesta está en el 'secularismo' o 'laicismo' que exige que la religión y sus líderes se abstengan de entrometerse en la política o en el control de los instrumentos de Estado. No obstante, muchos de los que decían ser "laicos" y que no prestaban importancia a los asuntos de la fe, causaron genocidios masivos y enorme sufrimiento humano.LA HOSTIL CULTURA DE LA INTOLERANCIA
La historia es testigo de que no hay ninguna garantía de que los políticos y los estados, que dicen ser seculares, demuestren mayor respeto por los derechos humanos. Por ejemplo, Stalin no buscó una justificación religiosa al realizar su genocidio de los campesinos de la Unión Soviética. Lo hizo bajo la apariencia de una causa "laica" para la "colectivización" y desarraigo de los que él llamó "kulaks". Afirmó que él mataba en nombre de la construcción de una república "secular, laica" y "socialista". Sin embargo, causó mucha más muerte y destrucción que aquellos que hacen un cóctel de religión y política. Como podemos ver, para aquellos que son víctimas de la violencia, poco importa si los que llegan para asesinarlos gritan "Allahu-O-Akbar" o "Viva el comunismo"; o si su grito de guerra es "Pakistán Zindabad" o "Bharat Mata Ki Jai ". La violencia, justificada en nombre del comunismo, el nacionalismo o la democracia, o glorificada en el nombre de la lucha de clases o la yihad, no sólo destruye vidas humanas, sino también las propias causas que se promocionan como justificación de tal violencia.
¿QUÉ NOS DICEN LAS ENSEÑANZAS VÉDICAS?
Śrīla Bhaktisiddhanta Saraswati Thākura Prabhupāda :
“El Sendero hacia la Máxima Bienaventuranza”
Publicado en The Harmonist (Sree Sajjanatoshani)
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