DESCUBREN DOS PLANETAS CASI
PEGADOS ORBITANDO LA MISMA ESTRELLA
PEGADOS ORBITANDO LA MISMA ESTRELLA
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- Admirar la grandeza de la Luna llena sobre el horizonte resulta una
fruslería si uno compara esta panorámica con la que puede observarse en
otro mundo a 1.200 años luz del Sistema solar. Allí, mirar al cielo debe
de impresionar de verdad. En vez de una luna como la nuestra, un
gigante planeta gaseoso gigante abarcando tres veces más en el cielo se
asoma amenazadoramente sobre un paisaje de lava fundida. Pero lo curioso es que estos dos planetas no chocan.
Forman parte del sistema Kepler-36, recientemente descubierto por
científicos de las Universidades de Washington y Harvard, y orbitan la
misma estrella muy cerca el uno del otro. “Estos dos mundos están más
cerca entre sí que cualquier otro sistema planetario que hayamos
encontrado”, afirma Eric Agol, investigador de la Universidad de
Washington y uno de los autores del artículo, que aparece publicado en
la revista Science. Y ciertamente lo están, ya que se encuentran 20 ó 30
veces más cercanos el uno del otro que cualquier otra pareja en el
Sistema solar. Ambos mundos orbitan una estrella subgigante muy parecida
al Sol, aunque miles de millones de años más antigua. Un asombroso
sistema planetario descubierto por el telescopio espacial Kepler de la
NASA.
El mundo interior, Kepler-36b, es rocoso, tiene 1,5 veces el tamaño de la Tierra y un peso de 4,5 veces mayor. El mundo exterior, Kepler-36c, es un planeta gaseoso 3,7 veces el tamaño de la Tierra y ocho veces más pesado. Los dos planetas experimentan una conjunción cada 97 días como promedio. En ese momento, están separados por una distancia menor a cinco veces la que hay entre la Tierra y Luna, menos de 2 millones de kilómetros, pero nunca colisionarán. Debido a que Kepler-36c es mucho más grande que la Luna, supone una vista espectacular en el cielo de su vecino. Casualmente, el más pequeño Kepler-36b parece del tamaño de la Luna visto desde el mundo gaseoso. Estos acercamientos despiertan enormes mareas gravitacionales que aprietan y estiran ambos planetas. Los investigadores tratan de explicarse cómo estos dos mundos tan diferentes terminaron en órbitas tan cercanas, algo que resulta un misterio. Quizás el más grande y liviano migró hacia el otro después de su formación, pero en ese caso es difícil entender cómo no acabó destruyéndolo. En nuestro Sistema solar, los planetas rocosos residen cerca del Sol, y los gigantes gaseosos están distantes. Todo un misterio.
El mundo interior, Kepler-36b, es rocoso, tiene 1,5 veces el tamaño de la Tierra y un peso de 4,5 veces mayor. El mundo exterior, Kepler-36c, es un planeta gaseoso 3,7 veces el tamaño de la Tierra y ocho veces más pesado. Los dos planetas experimentan una conjunción cada 97 días como promedio. En ese momento, están separados por una distancia menor a cinco veces la que hay entre la Tierra y Luna, menos de 2 millones de kilómetros, pero nunca colisionarán. Debido a que Kepler-36c es mucho más grande que la Luna, supone una vista espectacular en el cielo de su vecino. Casualmente, el más pequeño Kepler-36b parece del tamaño de la Luna visto desde el mundo gaseoso. Estos acercamientos despiertan enormes mareas gravitacionales que aprietan y estiran ambos planetas. Los investigadores tratan de explicarse cómo estos dos mundos tan diferentes terminaron en órbitas tan cercanas, algo que resulta un misterio. Quizás el más grande y liviano migró hacia el otro después de su formación, pero en ese caso es difícil entender cómo no acabó destruyéndolo. En nuestro Sistema solar, los planetas rocosos residen cerca del Sol, y los gigantes gaseosos están distantes. Todo un misterio.
¿QUÉ NOS DICEN LAS ENSEÑANZAS VÉDICAS?
Mediante instrumentos limitados de conocimiento (bien sean los sentidos o instrumentos materiales, como microscopios y telescopios) uno no puede
conocer por completo ni siquiera las potencias materiales del Señor que
se hallan manifiestas ante nuestros ojos. Por ejemplo, existen muchos
millones y billones de planetas, muchísimo más allá de los cálculos del
científico. Pero éstos son tan sólo manifestaciones de la energía
material del Señor. ¿Que puede el científico esperar conocer de la
potencia espiritual del Señor, mediante tales esfuerzos materiales? Las
especulaciones mentales, sumadas a docenas de "síes” y "quizases", no
pueden auxiliar el avance del conocimiento; por el contrario, esas
especulaciones mentales concluirán tan sólo en la desesperación,
abandonando abruptamente el caso y declarando la no existencia de Dios.
La persona cuerda, por lo tanto, deja de especular acerca de temas que
se encuentran más allá de la jurisdicción de su diminuto cerebro, y,
como procedimiento normal, trata de aprender a rendirse al Señor
Supremo, quién es el único que puede conducirlo a uno al plano del
verdadero conocimiento.
Śrīla A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda :
Śrīmad Bhāgavatam - Canto 2: "La Manifestación Cósmica"
Cap. 7: "Encarnaciones Programadas con Funciones Específicas"
Versos 43-45 - Bhaktivedanta VedaBase
Śrīmad Bhāgavatam - Canto 2: "La Manifestación Cósmica"
Cap. 7: "Encarnaciones Programadas con Funciones Específicas"
Versos 43-45 - Bhaktivedanta VedaBase
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