SACERDOTES HABRÍAN PAGADO PARA QUE LOS MATARAN

SACERDOTES COLOMBIANOS PAGARON
A SICARIOS PARA QUE LOS MATARAN

www.infobae.com - Ocurrió el 27 de enero del 2011, los dos sacerdotes, Rafael Reátiga, 35 años, y Richard Píffano, 36 años, aparecieron baleados dentro del vehículo de uno de ellos en una calle del sur de Bogotá, en un aparente hecho de asalto, según la hipótesis inicial de la Policía. Sus cuerpos estaban dentro de un coche abandonado en una calle sin alumbrado público, sin pavimento, sin casas, aunque los pocos vecinos oyeron varios tiros. Los mataron para robarles sus pertenencias, fue la versión que desde entonces se manejó. A los sacerdotes todos los feligreses los querían. ¿Cómo pueden matar así? Pero luego de un año de investigación judicial, se logró capturar por separado a los dos presuntos asesinos, y la fiscal Patricia Larrota reveló según los detalles que arrojaron las pesquisas, que los dos religiosos, que sostenían una estrecha amistad, pagaron a los que serían sus verdugos 15 millones de pesos (algo más de 8.000 dólares).

Días antes de tomar esa decisión, los clérigos intentaron suicidarse lanzándose en un automóvil a un precipicio en una ruta de la provincia de Santander, pero vieron frustrado ese intento por las barandas de seguridad, siempre según la investigación de la Fiscalía. “Los sacerdotes manifestaron que ellos iban a pagar su muerte, porque ellos ya habían tomado muchas opciones”, dijo la fiscal Larrota. “Respecto al padre Rafael Reátiga Rojas, la prueba preliminar dio positivo. Esto es, que efectivamente el padre tenía el síndrome de inmunodeficiencia humana (VIH)”, dijo la fiscal para sustentar la hipótesis de que esta razón habría llevado a los sacerdotes a pactar su muerte y pagar por ella. Además la fiscal dijo que la investigación arrojó que Reátiga frecuentaba un reconocido bar gay de Bogotá. Fabiola Píffano, hermana del otro sacerdote, rechazó el resultado de la investigación, y aseguró a la prensa que se trata de “calumnias”.

Dos sacerdotes colombianos que fueron encontrados muertos a tiros en Bogotá hace un año, habían contratado a los asesinos para que los mataron, dice la fiscalía. Habían acordado un pacto de suicidio luego que uno de ellos fue diagnosticado con SIDA, pero contrataron sicarios pues no fueron capaces de llevarlo a cabo. Es muy triste ver que la gente busca amparo en el suicidio, el cual conduce a nacer en formas inferiores de vida o a permanecer como un fantasma, incapaz de obtener un cuerpo material burdo.

¿QUÉ NOS DICEN LAS ENSEÑANZAS VÉDICAS?

Cuando una persona  desesperada siente que todas sus defensas básicas están destruídas y no hay nadie a quien recurrir, ni tampoco pueden encontrar una voz reconfortante que la consuele o apoye, entonces pueden llegar a pensar que no hay más salida que la muerte.  Si su grito de ayuda no se oye o parece ser ignorado, o si no saben dónde encontrar ayuda, entonces el suicidio puede considerarse el último recurso. Pero hay que entender que el suicidio no es nunca el final.  Y el suicidio, y el estado de ánimo que a uno lo ha obligado a cometer el suicidio, nunca será un camino para avanzar hacia el reino del más allá.  La muerte nunca es el acto final.  Sólo abre la puerta a nuevos desafíos que deberá cumplir o soportar, dependiendo de cómo uno abandona su cuerpo.

Stephen Knapp (Śrīpad Nandanandana dasa) :
“Curar la Depresión con la Espiritualidad”
http://www.stephen-knapp.com  -  http://www.stephenknapp.info/
http://www.stephen-knapp.com/curing_depression_with_spirituality.htm