Escrito por: Ravi das
Miércoles,
Mi nombre es Ravi das y trabajo con la Fundación Braj, en la cual estamos trabajando para restaurar el Medio Ambiente y la Herencia Patrimonial de la Región de Braja.
Un par de días atrás, Madre Tusti, una devota de Rusia, entró en la oficina de Vrindavan en donde yo trabajo como investigador y me solicitó encarecidamente que vaya a fijarme en el Samadhi de Raghunath das Goswami en Radha Kunda.
Ella describió los problemas y preguntó si nosotros podríamos ayudar en la restauración del edificio para darle placer a toda la comunidad de los devotos.
En Braja hay tantos lugares increíblemente importantes de pasatiempos, que es casi imposible estar atento a la actual condición de todos ellos, y es muy posible que se pasen por alto algunos pormenores. Así que tomé nota de los detalles y agradecí a la devota por traer tal asunto a mi atención.
¡Aproximadamente una hora más tarde otra devota, Madre Vrindavan Lila, de África llegó a la oficina y preguntó si yo era consciente de la condición en la que se encontraba el Samadhi de Raghunath das Goswami!
Los no devotos podrían atribuir esta experiencia sólo a la mera coincidencia. Personalmente en situaciones como estas, siempre he pensado que el Señor está inspirando a los devotos para que actúen en cierta dirección respecto a algún asunto en particular.
Llegué, pues, a la conclusión de que teníamos que hacer algo tan pronto como fuera posible. Le pedí a dos devotos que reúnan sus energías, visiten el Samadhi, y tomen algunas fotografías, de manera que pudiéramos elaborar una propuesta de trabajo para restaurar el sitio. Ambos estuvieron de acuerdo y al otro día fueron a hacer lo que era necesario.
Cuando ellos regresaron, me mostraron las imágenes, y se podía observar que las estructuras habían sido recientemente restauradas y el trabajo había sido terminado. Algún otro devoto, inspirado por el Señor y con el mismo sentimiento, había asumido la tarea de restaurar y pintar la entrada.
Me alegró el hecho que el trabajo se había llevado a cabo de una manera tan rápida, aunque me sentí un poco triste por que nosotros no habíamos tenido la oportunidad de hacer alguno de esos trabajos.
Luego, los devotos que yo había comisionado a ver el Samadhi, me mostraron otras fotografías más de algunas de las paredes del interior del edificio, las cuales aún necesitan algo de restauración, ¡de manera que Krishna había sido tan amable que Él había dejado un poco de trabajo para que nosotros lo pudiéramos hacer!
Mi conclusión es que:
cuando nos llega la oportunidad
de hacer algún servicio,
tenemos que tomarlo y aferrarnos a él
mientras podamos hacerlo.
Traducción: dasavatara das (Santa Fe)